Gédéon Jean, director del Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos en Haití, sostiene que los países con mayor capacidad militar deberían liderar la Fuerza de Eliminación de las Pandillas (GSF) aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU.
La necesidad de un Estado fuerte al frente de la GSF
Gédéon Jean explicó que para lograr efectividad, es necesario que la GSF sea encabezada por un “Estado fuerte”, argumentando que la participación exclusiva de pequeños países del Caribe podría no ser suficiente para el éxito de la misión. La decisión de transformar la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS) en la GSF fue aprobada el 30 de septiembre mediante una resolución impulsada por Estados Unidos y Panamá. Esta nueva fuerza contará con hasta 5,500 efectivos policiales y militares, además de 50 civiles, y tendrá un mandato inicial de un año.
Expectativas y desafíos de la nueva misión
A pesar de esta reestructuración, la iniciativa no ha suscitado grandes expectativas entre los haitianos, quienes recuerdan el limitado impacto de misiones anteriores como la MSS. Dicha misión concluida el 2 de octubre, no logró alcanzar el objetivo de 2,500 integrantes, quedándose en 970 efectivos, la mayoría provenientes de Kenia.
Gédéon Jean indicó que el gobierno haitiano debe implementar medidas para solucionar los problemas de seguridad al abordar sus causas fundamentales. Subrayó asimismo la necesidad de un mayor compromiso internacional, sobre todo en términos financieros. La conclusión de la MSS evidenció deficiencias de recursos, algo que Jean considera un factor clave en su fracaso en alcanzar los objetivos iniciales.
Condiciones para el éxito de la GSF
El activista expresó que, aunque la nueva estructura de la GSF pueda parecer más robusta, el éxito dependerá de la creación de condiciones propicias para la seguridad en Haití. Mencionó que el financiamiento voluntario de los Estados será esencial, y que sin un apoyo concreto, especialmente de grandes potencias como Estados Unidos, se podrían repetir las limitaciones de la MSS.
Jean concluyó que la adopción de la resolución de la ONU es un avance significativo, ya que otorgará a la GSF mayor independencia operativa. No obstante, insistió en que el éxito a largo plazo dependerá del compromiso efectivo de los países miembros, especialmente en términos de recursos y financiamiento.