Francia enfrenta una intensa conmoción debido a lo que se califica como el “robo del siglo” en el Museo del Louvre, lo que ha desatado una controversia política en torno a la seguridad de la prestigiosa institución cultural.
Impacto del robo en el Museo del Louvre
El reciente robo en el Museo del Louvre ha provocado el cierre del establecimiento por segundo día consecutivo. Durante este tiempo, empleados e investigadores han permanecido en el interior del recinto, mientras la dirección del museo y representantes sindicales han mantenido una reunión para tratar sobre la seguridad, un tema que había sido objeto de advertencias previas por parte de los sindicatos. El incidente ha sacado a la luz fallos en la seguridad del lugar, revelados en un informe del Tribunal de Cuentas francés, que detalla atrasos en la actualización de las instalaciones técnicas del museo. Solo el 34% de las salas están equipadas con cámaras de videovigilancia, a pesar de contar con un presupuesto anual de 323 millones de euros.
Investigación y teorías sobre el robo
Los esfuerzos de la investigación se concentran en un equipo de 60 investigadores, quienes buscan pruebas de ADN y huellas dactilares para identificar a los autores del robo. También se revisan las imágenes de seguridad externa y de la alcaldía de París, especialmente del boulevard del Sena, ruta de escape de los ladrones. Aunque aún no se han efectuado arrestos, la policía ha intensificado la operación para capturar a los implicados. En el ámbito mediático, se manejan diversas teorías sobre el robo, desde la complicidad interna hasta un posible complot extranjero.
Piezas robadas de valor incalculable
Entre las joyas robadas, destacan piezas de gran valor histórico y cultural, como la diadema de María Amelia y el collar de esmeraldas de la emperatriz María Luisa. Estas piezas tienen un valor incalculable debido a su unicidad y su conexión con el pasado de Francia. El presidente Emmanuel Macron se ha comprometido a recuperar las piezas y llevar a los responsables ante la justicia.
Reacciones políticas y medidas de seguridad
El incidente ha sido descrito como “una vergüenza nacional” por partes de la oposición política en Francia, que también ha señalado este robo como un fracaso en la protección del patrimonio. El Ministro del Interior, Laurent Núñez, ha solicitado a los prefectos la revisión de los protocolos de seguridad en los museos del país, destacando el aumento de incidentes similares en los últimos años.
El debate sobre la seguridad de los museos cobra fuerza en un contexto de restricciones presupuestarias, lo cual podría tener implicaciones significativas para la cultura en Francia.

