Yaimet Irola, licenciada en neurodesarrollo pediátrico, fue la invitada especial en el programa “Casos e Impacto” que se transmite todos los sábados a partir de las 4 de la tarde por la plataforma La Nave Digital, en streaming por lanavedigital.com.do, donde abordó en profundidad la detección y tratamiento del retraso del lenguaje infantil. La especialista expuso distintas causas, señales de alerta y estrategias de intervención, remarcando la relevancia de la participación familiar, la coordinación escolar y la atención terapéutica adecuada.
Factores de riesgo en el desarrollo del lenguaje
Durante la entrevista, Yaimet Irola explicó que existen múltiples factores de riesgo que pueden incidir negativamente en el desarrollo del lenguaje de los niños. Entre estos, destacó el consumo de sustancias tóxicas durante el embarazo, como el alcohol o determinados medicamentos (por ejemplo, gentamicina y amikacina), así como infecciones de transmisión sexual y problemas en el entorno social y familiar de la gestante. “Un embarazo bien cuidado es fundamental para la salud neurológica y auditiva del bebé, así como para su futuro lenguaje”, enfatizó.
Iraola también diferenció los riesgos en etapas prenatal, perinatal y postnatal. Entre los principales factores en el parto y el nacimiento, mencionó la prematuridad, asfixia perinatal, infecciones del sistema nervioso central, hiperbilirrubinemia y la depresión severa al nacer. La evaluación del puntaje de Apgar y el seguimiento médico durante estas etapas son decisivos para anticipar posibles problemas de neurodesarrollo y lenguaje.
Importancia de la detección temprana y observación familiar
La licenciada remarcó la necesidad de una detección temprana de cualquier retraso. “Desde el nacimiento hasta los dos o tres años, el cerebro presenta una gran plasticidad. Es el momento de mayor potencial para adquirir lenguaje y habilidades sociales”, afirmó. Destacó que los padres deben observar cumplimientos de hitos como el balbuceo a los seis meses y la primera sílaba entre los 7 y 9 meses. Si estos no aparecen, se debe consultar a un especialista para evaluación multidisciplinaria.
“Es esencial que los padres no esperen solo a que sus hijos enfermen para visitar al pediatra. Los chequeos de rutina permiten una detección oportuna, clave para aplicar planes de intervención eficaces”, sostuvo la experta, comparando la vigilancia continua del sistema cubano con la práctica habitual en otros países.
Entorno familiar, educativo y prevención de diagnósticos erróneos
Irola insistió en la importancia de la estimulación desde la familia: “La escuela refuerza, pero el desarrollo lingüístico inicia en el hogar, mediante la lectura, las canciones y el diálogo cotidiano”. Alertó sobre la tendencia a delegar en exceso en la escuela lo que corresponde a la familia, apuntando que un 80% del desarrollo del lenguaje infantil depende del ambiente familiar.
Respecto a los diagnósticos erróneos, advirtió que es fundamental diferenciar entre un retraso simple del lenguaje y un trastorno del lenguaje. “Un retraso simple implica dificultades de expresión, pero buena comprensión; mientras, un trastorno involucra problemas en la comprensión e intención comunicativa”, explicó. Además, recomendó no diagnosticar condiciones como autismo o TEA antes de los 4-6 años, para evitar etiquetas incorrectas que generan frustración familiar.
Pantallas y estimulación auditiva, según guías internacionales
Otro tema relevante que abordó la especialista fue el uso de pantallas en la infancia. Señaló que el contacto excesivo con dispositivos sustituye la interacción social real, imprescindible para el desarrollo lingüístico. “Las guías internacionales recomiendan evitar las pantallas antes de los dos o tres años, y luego solo bajo supervisión adulta”, afirmó.
En contraste, la estimulación auditiva a través de música y conversaciones puede y debe comenzar tanto en el embarazo como después del nacimiento, ya que favorece de manera positiva el aprendizaje.
Aporte del Centro El Despertar y recomendaciones finales
Finalmente, Yaimet Irola describió el funcionamiento de su centro “El Despertar”, orientado a la atención integral de niños con dificultades en lenguaje y audición, mediante métodos como el ABA y estrategias fonológicas analíticas. Subrayó que apuestan por la autonomía, independencia y aprendizaje significativo, y aceptan a niños desde los 4 meses, así como a adultos en rehabilitación comunicativa.
Como mensaje final, exhortó a los padres a no comparar entre hijos ni confiar en mitos sobre el desarrollo. Instó a buscar orientación temprana y profesional ante cualquier señal de alerta, para intervenir y favorecer la evolución del niño de manera oportuna y adecuada.


