El avance de la gripe A en España ha alcanzado niveles preocupantes, siendo considerado el peor repunte en 15 años y anticipándose un mes a lo habitual. La nueva variante K, más contagiosa, está impulsando un incremento notable en los casos, especialmente entre menores de 45 años y niños, lo que ha llevado a la saturación de los centros de salud y hospitales.
Los servicios de urgencias están experimentando una presión severa debido a la creciente incidencia de infecciones gripales. Los profesionales de la salud indican que la circulación de un subtipo más intenso del virus está provocando cuadros más complejos y un aumento en el número de consultas, especialmente entre la población vulnerable. Las recomendaciones continúan enfatizando la importancia de la vacunación, junto con medidas básicas de higiene y el uso de mascarillas en caso de presentar síntomas.
La demanda de mascarillas ha aumentado un 385% en las últimas dos semanas, de acuerdo con el Observatorio de Tendencias de Cofares, lo que refleja la respuesta de la población ante el avance de la gripe. Asimismo, ha habido un incremento del 150% en la demanda de test de antígenos, que permiten diagnosticar tanto el SARS-CoV-2 como la gripe A y B. Por otro lado, los productos dirigidos al alivio de los síntomas de gripes y resfriados han visto un aumento del 47%.
Desde la Junta de Castilla y León, no se prevé la obligatoriedad del uso de mascarillas en centros de salud y residencias, aunque se han mantenido las recomendaciones. El portavoz del Gobierno autonómico, Carlos Fernández Carriedo, ha expresado que no se contemplan medidas obligatorias a corto plazo, sino que se aconseja el uso de mascarillas en ambientes sensibles. Un informe reciente indica un aumento en la incidencia de infecciones respiratorias agudas en la comunidad, que se ha incrementado de 741 a 893 casos por 100,000 habitantes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que la vacuna contra la gripe todavía puede ofrecer cierta protección a pesar de la mutación del virus en circulación, aunque su eficacia es incierta frente a la enfermedad clínica. Se ha observado un aumento en la actividad gripal en diversas regiones del mundo, con registros de mayor transmisión antes de lo habitual.
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha informado que la incidencia de gripe en la región es de 275 casos por cada 100,000 habitantes, siendo los menores de 14 años los más afectados. Ante la creciente presión asistencial, la consejera Fátima Matute ha solicitado al Gobierno que atienda la problemática del personal en hospitales y ha recordado la importancia de la vacunación.
El panorama actual de la gripe en España pone de manifiesto la importancia de las medidas preventivas y del seguimiento de la situación epidemiológica en el contexto sanitario.

