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CUANDO EL MUNDO SE PONE AL REVÉS

CUANDO EL MUNDO SE PONE AL REVÉS

Por: Ing. Rafael A. Sánchez C. — Ingeniero, locutor, comunicador, magíster

Lunes, inicio de la semana laboral. Lunes de Templanza.

“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz!”

Isaías 5:20 (RV1960)

Una escena me marcó hace poco: una señora dominicana, en plena madurez —podría decir unos 50 años— participó en una competencia de canto con un tema tan extraño como revelador: “El mundo está al revés.” Y es que, si observamos con cuidado, todo parece confirmarlo.

En mi propio negocio familiar, que con esfuerzo sostenido lleva 24 años de operación, vendemos herramientas, materiales y equipos de toda índole. Entre nuestros clientes, recuerdo a uno muy particular: de origen chino, llegaba y decía con énfasis: “Vine a comprar, pero no quiero nada chino”. La ironía es brutal: un hijo de esa nación rechazando lo que su país fabrica.

El contraste histórico es evidente. Hace unas décadas, China era sinónimo de baja calidad, servicios mediocres y economías rezagadas. Hoy, sin embargo, se erige como primera potencia manufacturera del planeta, generando más del 30% de la producción industrial mundial (Banco Mundial, 2024). Como dice un proverbio: “Nadie puede detener a un pueblo cuando trabaja con disciplina, aunque al inicio lo subestimen.”

China comenzó imitando —copiando modelos, replicando marcas—, pero ese aprendizaje derivó en innovación. Hoy no solo producen a gran escala; lideran en tecnología, telecomunicaciones, inteligencia artificial, energías renovables y vehículos eléctricos. Un viraje total: lo que fue despreciado, hoy es motor de la economía global.

Y ese “mundo al revés” también lo vemos en la industria automotriz. Estados Unidos, otrora cuna de diseño propio, ha tenido que abrirse a líneas inspiradas en la eficiencia y aerodinámica de modelos asiáticos. Un ejemplo interesante es Lucid Motors, firma estadounidense con sede en Newark, California, pero con su gran planta de ensamblaje en Casa Grande, Arizona. Allí nacen vehículos eléctricos de lujo con pantallas de vanguardia, tecnología avanzada y diseño que recuerda, curiosamente, las líneas que antes imitaban a otros.

Más aún, en 2023, Lucid inauguró en Arabia Saudita la primera fábrica automotriz de ese reino, con capacidad inicial de 5 000 vehículos anuales y proyección a 155 000 unidades. Un giro inesperado: lo que antes parecía improbable, ahora se materializa en pleno desierto.

Como decía Ortega y Gasset: “La realidad que no se adapta a nuestros deseos no es un error de la realidad, sino un error de nuestros deseos.” El mundo gira, cambia, se invierte, y no queda más que entender su dinámica para navegar en él con sabiduría.

El cliente que rechazaba lo chino, la señora que cantaba sobre un mundo al revés, las fábricas de vehículos eléctricos levantándose en Arabia Saudita… todo nos grita una sola verdad: los paradigmas cambian.

Hoy, más que nunca, debemos aprender a mirar la realidad con ojos críticos, serenos y templados. Lo que ayer parecía imposible, hoy es norma. Y lo que hoy nos parece estable, mañana puede voltearse. Porque sí, el mundo sigue girando… y a veces, se pone al revés.

El mundo cambia, y la única manera de no quedarnos rezagados es cambiar con él. Kaizen nos recuerda que la mejora debe ser continua, paso a paso, sin detenerse jamás. Deming lo sintetizó magistralmente: “No es necesario cambiar; la supervivencia no es obligatoria.” Mantenernos en evolución constante no es una opción: es la clave de la excelencia, de la vida misma.

Por eso digo yo, este simple mortal que han de comérsele los gusanos los ojos… “EL QUE PESTAÑEA, PIERDE…”

¡¡¡DIOS ES BUENAZO!!!

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