By Antonio Valerio, consultor en comunicación política y marketing digital con más de 15 años de experiencia, fue el invitado principal en el programa Comunidad Política, donde abordó el rol de las redes sociales y los algoritmos en la construcción del poder político contemporáneo. En la conversación, Valerio profundizó en la transformación del espacio político desde la tradicional plaza pública a los entornos digitales, analizando las implicaciones, oportunidades y desafíos que este cambio supone para los actores políticos y la ciudadanía.
Del ágora a la era del algoritmo
Para Valerio, la construcción de mensajes políticos ha experimentado una migración definitiva hacia el mundo digital, especialmente a las redes sociales. “Lo que antes era la plaza, hoy es el entorno digital. Es ahí donde se generan debates y se construye la opinión pública“, sentenció. Sin embargo, subrayó que la política no ha cambiado en esencia, sino que es la sociedad y la comunicación quienes han impulsado la transformación. La velocidad y alcance de la información en la red han producido un entorno de constante cambio, donde la opinión pública puede modificarse “en apenas cinco minutos”.
Propuestas y realidades de la política digital
El estratega destacó que las redes sociales han democratizado parcialmente el acceso a la voz pública, permitiendo la participación de actores diversos, aunque también generando espacios para mensajes irresponsables o carentes de credibilidad. Aseguró que, aunque se diversifican las voces, persisten riesgos vinculados a la falta de control y la viralización de contenidos poco verificados.
Sobre el impacto real del algoritmo, Valerio puntualizó que, si bien es relevante, factor crucial sigue siendo el presupuesto de campaña. “Sin presupuesto no hay manera de sostener ni la narrativa ni la presencia digital. Incluso el acceso a datos para segmentar audiencias implica costos elevados”, remarcó.
El alcance y los límites del activismo digital
En cuanto a la posibilidad de construir liderazgo político sin estructura partidaria y solo con apoyo digital, señaló que es una ilusión: “Los likes no son votos. Todo lo que se genera online debe trasladarse al territorio y garantizar no solo la movilización, sino la defensa del voto”. Valerio insistió en que la victoria electoral requiere la articulación de estrategias “tierra, mar y aire”, es decir, combinar redes sociales, activismo territorial y medios tradicionales.
Viralidad, relevancia y fragmentación
Valerio analizó el fenómeno de la viralidad política, atribuyéndolo tanto a la estrategia planificada como a la búsqueda de relevancia a toda costa, aunque advirtió que sin una narrativa coherente “el efecto viral no suele capitalizarse en resultados tangibles”. Además, subrayó que la sociedad digital es ahora “fragmentada”, lo que obliga a diseñar mensajes específicos y personalizados para distintos segmentos, guiados por el conocimiento técnico del algoritmo y las métricas aportadas por las plataformas digitales.
Errores frecuentes y retos futuros
Entre los errores más habituales de los políticos dominicanos en el entorno digital, identificó la falta de comprensión sobre el verdadero uso de las redes sociales: “No basta con aparecer de vez en cuando; hay que sostener una conversación constante y relevante”. Sobre la proliferación de outsiders y figuras antisistema, llamó a la cautela, argumentando que las experiencias internacionales demuestran consecuencias negativas prolongadas para los países cuando tales liderazgos asumen el poder sin conocimiento del Estado.
Consultado por el impacto de la inteligencia artificial en la comunicación política, indicó que acelerará aún más la velocidad de la información, advirtiendo sobre el riesgo de convertirla en fuente principal sin el debido rigor profesional. “Es una herramienta poderosa, pero debe usarse con criterio y revisión”, afirmó.
Ética, manipulación y profesionalización del marketing político
Valerio reconoció la delgada línea que separa la persuasión ética de la manipulación digital en campañas políticas: “Mi labor es ganar, pero la frontera entre influir y manipular es sumamente transparente”. Recomendó la profesionalización de los equipos de campaña, destacando la necesidad de contar con estrategas experimentados en marketing político y operadores capacitados para cada área.
El futuro del liderazgo y la política digital en RD
Sobre la situación dominicana, afirmó que el país se encuentra a la vanguardia regional en uso de tecnología política, con conversaciones auténticas y baja incidencia de bots en el debate digital. Sin embargo, recalcó que la centralización política y el control gubernamental dificultan el surgimiento de nuevos liderazgos y profundizan el desencanto ciudadano. Su consejo final para los aspirantes a construir poder político: “El poder no se cede, se arrebata. Deben encontrar la forma de conquistarlo”.
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