By A medianoche del miércoles se puso en marcha el primer cierre del gobierno federal en los Estados Unidos en siete años, después de que el Senado no alcanzara un acuerdo. Este evento impacta de inmediato a la comunidad latina debido a que miles de hispanos trabajan en agencias gubernamentales.
Impacto en las operaciones gubernamentales
El denominado “shutdown” interrumpe operaciones no esenciales y limita el funcionamiento de embajadas, consulados y oficinas administrativas. Esto genera un impacto significativo en familias de inmigrantes, según informó Reuters. Aunque programas de salud como Medicare y Medicaid continúan activos, la falta de personal podría ocasionar retrasos en servicios básicos. Tanto el Pentágono como el Departamento de Seguridad Nacional mantienen la mayoría de sus operaciones, lo que obliga a tropas y agentes fronterizos a trabajar sin recibir sueldo temporalmente.
Repercusiones internacionales y laborales
Aproximadamente 750,000 empleados federales fueron enviados a sus casas sin salario, mientras que otros deben continuar laborando bajo la categoría de “trabajo esencial sin remuneración inmediata”. El cierre también tiene repercusiones fuera del territorio estadounidense. En República Dominicana, la embajada de Estados Unidos ha señalado que sus redes sociales únicamente emitirán alertas de seguridad y que los trámites de pasaportes y visas estarán sujetos al desarrollo de la crisis.
La embajada estadounidense en República Dominicana publicó: “Debido a la interrupción de asignaciones presupuestarias en los Estados Unidos, nuestras cuentas de redes sociales no se actualizarán regularmente hasta que se reanuden las operaciones”.
Desbalance en la representación laboral
El Pew Research Center indica que más de 3 millones de personas trabajan para el gobierno federal, lo que representa el 1,87% de la fuerza laboral civil del país. Sin embargo, los hispanos constituyen solo el 10,5% de los empleados federales, mientras que representan casi el 19,5% de la fuerza laboral total en Estados Unidos. Este desbalance sugiere una menor representación latina en el ámbito estatal, haciéndolos más vulnerables a recortes o paralizaciones.
Política de reducción estatal
El cierre se enmarca dentro de la política del presidente Donald Trump de reducir el tamaño del Estado federal y limitar su influencia. Trump ha argumentado que estas medidas son un intento de “reformar el gasto público” y conminar al Congreso a reestructurar las prioridades nacionales.
Para las comunidades vulnerables, como la hispana, esta estrategia representa una interrupción en los ingresos familiares y atrasos en procesos clave como solicitudes migratorias, becas y beneficios sociales. En términos demográficos, la fuerza laboral federal es predominantemente masculina (53,8%) y cuenta con un alto porcentaje de empleados mayores de 55 años (28,1%), mientras que menos del 9% son menores de 30 años.
En cuanto a la composición racial, los empleados afroamericanos están sobrerrepresentados en el gobierno (18,6% en comparación con 12,8% en la fuerza laboral general), en tanto que los latinos siguen subrepresentados en relación con su proporción demográfica. Más allá de las cifras, el shutdown crea incertidumbre en las familias hispanas que dependen de estos ingresos y beneficios para sus gastos básicos, enfrentando retrasos en pagos, suspensión de servicios y problemas en trámites migratorios.
