El Senado de EE.UU. no consiguió aprobar una propuesta republicana que buscaba extender la financiación federal hasta el 21 de noviembre, lo que podría llevar al cierre del Gobierno a partir de esta medianoche.
Fracaso en la votación del Senado
La moción republicana obtuvo 55 votos a favor y 45 en contra, quedando corta de los 60 votos necesarios para su aprobación. Esto habría permitido a ambas partes negociar el presupuesto completo para el próximo ejercicio fiscal durante siete semanas más. A pesar del apoyo de los senadores demócratas John Fetterman, de Pensilvania, y Catherine Cortez Masto, de Nevada, la medida no obtuvo los siete votos demócratas adicionales requeridos para su aprobación.
Próximos pasos y propuestas fallidas
John Barasso, líder adjunto de la mayoría republicana en el Senado, anunció que la cámara realizará una nueva votación sobre la financiación temporal el miércoles. Este proyecto de ley ya había sido aprobado por la Cámara de Representantes el 18 de septiembre.
En paralelo, también fracasó la propuesta demócrata que buscaba ampliar los créditos fiscales para reducir el costo de las primas de seguros de salud correspondientes al Obamacare.
Impacto del cierre en agencias federales
El impacto del cierre en las agencias federales, que podría iniciar esta medianoche, aún es incierto. Sin embargo, los servicios básicos, como las fuerzas de seguridad, el ejército, los aeropuertos y la seguridad social, continuarán operando con normalidad. Preocupa la afectación económica para los funcionarios de estas áreas, quienes no recibirán su salario hasta que se resuelva el conflicto presupuestario entre las dos bancadas.
Antecedentes de cierres gubernamentales
El último cierre parcial del Gobierno Federal, durante la administración del presidente Donald Trump, duró un mes. En ese período, la baja por enfermedad de 10 controladores aéreos causó la suspensión de operaciones en el aeropuerto LaGuardia de Nueva York y generó retrasos en otros aeropuertos importantes del noreste y sureste de EE.UU.
La situación actual plantea incertidumbres sobre el impacto económico y social que podría tener un nuevo cierre, mientras el Congreso busca una solución para evitarlo.