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Detección de 3 objetos interestelares en el sistema solar

Detección de 3 objetos interestelares en el sistema solar

Tres objetos interestelares han sido identificados hasta ahora al cruzar el sistema solar, reflejando una actividad más frecuente de lo que se había entendido previamente. Entre ellos se encuentran Oumuamua en 2017, 2I/Borisov en 2019 y recientemente 3I/ATLAS.

Impacto potencial en la Tierra

Aunque solo se han detectado estos tres objetos, se presume que el número real de objetos interestelares que han pasado por el sistema solar a lo largo de sus 4600 millones de años de historia es considerablemente mayor. De hecho, algunos científicos especulan que podrían haber llegado a impactar con la Tierra en el pasado.

Los objetos interestelares podrían haber dejado su huella en la Tierra al formar antiguos cráteres de impacto, como el de Vredefort, el cráter de impacto más grande y antiguo que se conoce. Este tipo de eventos podrían haber influido en la evolución temprana de la vida, particularmente al liberar oxígeno en la atmósfera.

Riesgos actuales y futuros

El presente del sistema solar muestra una disminución en las colisiones de rocas, en comparación con su fase temprana caracterizada por interacciones caóticas. A pesar de esto, la actividad de objetos interestelares que ingresan al sistema solar no parece haber disminuido, lo que plantea potenciales riesgos de impactos en la Tierra.

Un estudio publicado en Arxiv ha evaluado el peligro que representan estos objetos. Aunque no se pueden establecer cifras exactas sobre la cantidad de objetos, el análisis se ha centrado en su distribución esperada. Los investigadores generaron un modelo con una población sintética de aproximadamente 10.000 millones de objetos, de los cuales cerca de 10.000 podrían impactar la Tierra.

Las simulaciones indican que estos objetos tendrían el doble de probabilidades de originarse desde el ápex solar y el plano galáctico. El ápex solar es la dirección del movimiento del Sol en la Vía Láctea, mientras que el plano galáctico es la zona donde se encuentran la mayoría de las estrellas. Aunque estos objetos podrían acercarse con velocidades elevadas, aquellos que tienen el potencial de impactar la Tierra tenderían a moverse más lentamente y seguir trayectorias hiperbólicas de baja excentricidad.

Este comportamiento se debe a la influencia gravitacional del Sol, que afecta más a los objetos de movimiento más lento, desviándolos hacia las cercanías de la órbita terrestre. Las regiones del ecuador presentan el mayor riesgo de impactos, junto con un riesgo ligeramente aumentado en el hemisferio norte, donde se concentra la mayor parte de la población mundial.

El estudio aclara que no se predice la cantidad de impactos que podrían ocurrir en el futuro. Sin embargo, los resultados proporcionan datos relevantes para futuras investigaciones observacionales, como las que realizará el Observatorio Vera Rubin.

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