El Drama Silencioso de la Deshumanización Planetaria

Viernes que te Quiero, Viernes.
Viernes antesala del fin de semana.
Viernes de Prudencia. 

El desdichado, infeliz, infausto, aciago, avieso y desgraciado rumbo que ha tomado la vida moderna transcurre ante nuestros ojos como una tragedia que se repite sin pausa.
Guerras insensatas, migraciones ilegales desesperadas, hambrunas prolongadas, traiciones impunes, robos sistemáticos, atracos cobardes y violaciones de toda índole se han convertido en parte del paisaje habitual de un mundo que hiere, aterra y agota.

Nos hemos deshumanizado profundamente. La empatía está en vía de extinción. Ya no duele el dolor ajeno.
La indiferencia se ha convertido en costumbre, y el mal parece haberse institucionalizado como norma.
La envidia campea por sus fueros, y las críticas destructivas crecen como verdolaga silvestre, infestando todo espacio de bondad.

Pero quienes creemos en Dios, quienes todavía apostamos al bien, no podemos darnos el lujo de bajar la guardia ni de contaminar el corazón.
Nuestra misión es clara: hacer el bien sin mirar a quién, sin esperar recompensa, sin permitir que el mal nos distraiga ni nos desvíe.
La vida es breve, y cada acción nuestra tiene eco en la eternidad.

“No te dejes vencer de lo malo, sino vence con el bien el mal.”
— Romanos 12:21, RV1960

Y como recuerda el sabio texto de Desiderata, que cae como anillo al dedo en este contexto:

Por eso
Debes estar en paz con Dios
Cualquiera que sea tu idea de Él
Y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones
Conserva la paz con tu alma
En la bulliciosa confusión de la vida
Aun con toda su farsa
Penalidades y sueños fallidos
El mundo es todavía hermoso
Sé cauto, ¡esfuérzate por ser feliz!

DIOS ES BUENAZO…!!!