En una entrevista exclusiva en el programa La voz de la tarde, Félix Albert Martínez, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción, abordó los retos más significativos que enfrenta el sector construcción en República Dominicana. Con más de tres décadas de experiencia en la industria, Martínez expuso sus posiciones sobre la necesidad de nacionalizar el empleo, mejorar la dignidad laboral y profesionalizar a los jóvenes dominicanos para afrontar el déficit habitacional y los retos socioeconómicos del país.
Una vida dedicada a la defensa del trabajador
Martínez relató sus inicios como técnico en mantenimiento industrial, su posterior involucramiento en el área de la construcción y su ascenso hasta liderar el sindicato. Explicó que la organización, fundada en 1973 y revitalizada en 2012, surgió para combatir las distorsiones del mercado laboral que han favorecido el desplazamiento de los trabajadores nacionales por extranjeros. Remarcó el papel del artículo 135 del Código de Trabajo, que exige que al menos el 80% de los empleados en empresas sean de nacionalidad dominicana, un precepto que, según Martínez, “no se implementa aquí”.
Situación laboral y retos para el dominicano
El líder sindical denunció que la sobreoferta de mano de obra extranjera, principalmente haitiana, permite a los empresarios reducir costos a costa de condiciones indignas para el trabajador; mencionó jornales que ni siquiera alcanzan el salario mínimo oficial, lo que a su juicio desincentiva a los jóvenes dominicanos a ingresar en el sector. Además, señaló la falta de cumplimiento en suministrar equipos de seguridad y facilidades básicas, como agua y espacios higiénicos, responsabilidad que la ley atribuye a las empresas.
Capacitación y modernización: Claves del cambio
Pese al desinterés actual de muchos jóvenes, Martínez subrayó el potencial de desarrollo profesional en el área y destacó colaboraciones con instituciones como el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) de Colombia, donde se han implementado modelos exitosos de reinserción laboral. Apeló a un mayor involucramiento estatal para hacer atractiva y moderna la industria y propuso incentivos como transporte, ayudas sociales y capacitación de vanguardia para quienes se incorporen al sector.
Críticas a las condiciones estructurales y empresariales
El entrevistado criticó los oligopolios y monopolios en insumos básicos como cemento y varilla, lo que, unido a altos precios y regulaciones deficientes, encarece la vivienda y repercute negativamente en la calidad de vida de los trabajadores. “Los empresarios reducen hasta un 30% de sus costos contratando mano de obra extranjera irregular”, afirmó, agregando que estos recursos terminan beneficiando a economías extranjeras vía remesas y no dinamizan suficientemente la economía local.
Seguridad, salud y responsabilidad social
Sobre la seguridad laboral, Martínez enfatizó que la mayoría de las empresas en la construcción son mipymes sin real seguimiento en la implementación de normativas, y que la cobertura del SENASA queda limitada a nacionales documentados, dejando a extranjeros fuera de la seguridad social. También abordó la tragedia del colapso del centro comercial Jess, atribuyéndola a irresponsabilidades compartidas entre propietarios y autoridades por falta de supervisión y transparencia.
Inversión pública y perspectiva política
Consultado sobre inversión pública, el dirigente opinó que los gobiernos de Danilo Medina y Leonel Fernández han sido los más activos en infraestructura en años recientes, mientras que el actual ha mostrado limitaciones sustanciales. Calculó que el sector construcción representa entre el 9% y 12% del PIB, aunque estimó una contracción en el contexto económico actual.
Propuestas para fortalecer el sector
Martínez resaltó la labor de organización de núcleos barriales, la apertura a afiliaciones y operativos como el previsto en Capotillo, orientados a reclutar y capacitar trabajadores. Defendió la importancia de la cesantía laboral como conquista irrenunciable y llamó a fortalecer derechos y beneficios para los obreros. Finalmente, animó a la juventud dominicana a ver en el sector una oportunidad real de crecimiento profesional, recalcando que la construcción va más allá del trabajo físico y ofrece potencial en tecnología y desarrollo personal.