📍 Berlín, Alemania – Alemania se prepara para su segundo cambio de liderazgo en menos de cuatro años tras la victoria de Friedrich Merz, líder de la oposición de centro-derecha, en las elecciones del domingo. El resultado representa un duro golpe para el canciller saliente Olaf Scholz y su gobierno de coalición, que colapsó en noviembre.
Desafíos para el nuevo liderazgo
Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), ahora tiene la responsabilidad de estabilizar el país más poblado de la Unión Europea y su mayor economía. Su opción más viable para formar gobierno es una coalición con los socialdemócratas de Scholz, lo que sumaría 328 escaños en el parlamento de 630. El líder conservador espera concretar el acuerdo antes de Pascua, aunque tendrá que superar importantes diferencias en temas como economía y migración.
Avance de la ultraderecha y resurgimiento de la izquierda
Las elecciones marcaron un hito para la extrema derecha en Alemania. Alternativa para Alemania (AfD), con su discurso antiinmigración, se consolidó como la fuerza más votada en el este del país, obteniendo un histórico 20,8% a nivel nacional. Por otro lado, el Partido de la Izquierda sorprendió con un 8,8%, atrayendo a votantes jóvenes con posturas progresistas y una fuerte presencia en redes sociales.
Política exterior y apoyo a Ucrania
Merz ha sido un defensor del apoyo a Ucrania en su lucha contra Rusia. Aunque ha criticado a Scholz por no suministrar misiles de largo alcance a Kiev, ha mantenido cautela sobre la posibilidad de que Alemania participe en una futura fuerza de paz.
El declive de Scholz y su coalición
El gobierno de Scholz, que asumió en 2021, se vio afectado por la guerra en Ucrania, la crisis energética y el aumento de la inflación. La falta de cohesión dentro de su coalición y la creciente impopularidad del canciller terminaron por sellar su destino en estas elecciones, marcando el peor resultado de su partido en la historia de la posguerra.