Por: Ing. Rafael A. Sánchez C. — Ingeniero, Locutor, Comunicador, Magíster
I. Introducción: Contexto de una administración efectiva
En un entorno regional convulso y un panorama global aún en recomposición tras eventos disruptivos como la pandemia, la guerra en Europa Oriental y las presiones migratorias, la República Dominicana ha sabido posicionarse como una economía resiliente, estable y proactiva gracias a la conducción del presidente Luis Rodolfo Abinader Corona.
Su gobierno ha sido un modelo de gobernanza centrado en la institucionalidad, la transparencia y la eficacia administrativa. Este posicionamiento no ha sido accidental, sino el resultado de un liderazgo reformador que ha privilegiado la técnica sobre la improvisación, la planificación sobre la retórica, y la coherencia sobre el clientelismo.
II. Migración: Manejo responsable con soberanía y derechos humanos
Uno de los temas más complejos y sensibles ha sido el manejo de la migración, particularmente la migración haitiana. El gobierno del presidente Abinader ha ejercido una política de Estado basada en el principio de soberanía nacional, el respeto a los derechos humanos y el cumplimiento del marco normativo internacional.
Lejos de discursos populistas o xenófobos, la actual administración ha apostado por el control fronterizo efectivo, la documentación sistemática y una diplomacia firme pero respetuosa. Esto no solo refuerza la seguridad interna del país, sino que también preserva la dignidad del migrante y la imagen de República Dominicana ante los organismos multilaterales.
III. Riesgo estratégico: Fragmentación política prematura
A pesar del exitoso desempeño gubernamental, se observa con preocupación un fenómeno que podría erosionar los avances alcanzados: la proliferación temprana e inorgánica de aspirantes presidenciales dentro del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Aunque el relevo es parte esencial de toda democracia funcional, su desorden y descoordinación pueden inducir efectos negativos, tales como:
- Fragmentación de liderazgos
- Desconexión con la obra de gobierno
- Debilitamiento institucional del partido
- Pérdida de cohesión estratégica ante el electorado
Un partido que no respalda con convicción la gestión presidencial ni articula un discurso unitario pone en riesgo no solo la victoria electoral, sino también la gobernabilidad futura.
IV. Camino hacia 2028: Gobierno fuerte + partido cohesionado
La mejor estrategia de continuidad política para el PRM es apostar al fortalecimiento de la actual gestión como plataforma legítima para aspiraciones futuras. Se proponen tres líneas estratégicas:
- Revisión y relanzamiento gubernamental: Ajustar políticas públicas clave, priorizando la seguridad ciudadana, eje de alta sensibilidad para la población y componente esencial para el desarrollo sostenible.
- Unidad doctrinal y programática del partido: Frenar la dispersión de mensajes. Fortalecer los órganos institucionales del PRM y consolidar una narrativa común.
- Selección estratégica de candidaturas: Evaluar perfiles en base a méritos, resultados y conexión con el pueblo. Evitar improvisaciones que pongan en peligro la marca política del buen gobierno.
V. Conclusión: Un futuro de victoria con método y disciplina
El presidente Luis Rodolfo Abinader Corona ha demostrado que es posible gobernar con decencia, resultados y visión de Estado. La historia y el presente lo colocan como un referente de transformación democrática en América Latina.
No hay tiempo para la improvisación ni espacio para el desorden. La victoria de 2028 debe ser construida desde ahora con trabajo consuetudinario, planificación estratégica y renovación institucional. De lo contrario, lo que hoy es una realidad de progreso puede convertirse en una oportunidad perdida.
Un buen gobierno, con un buen partido y una buena candidatura… nos aseguran una victoria aplastante.