By TEGUCIGALPA — En un cierre de campaña que ha sacudido el tablero político regional, el candidato del Partido Nacional, Nasry “Tito” Asfura, ha lanzado un ferviente llamado a restaurar la “unidad de la familia hondureña”, posicionándose como la única alternativa para devolver la paz a los hogares del país.
Sin embargo, el mensaje conciliador de Asfura ha cobrado una dimensión geopolítica inesperada tras recibir el respaldo explícito de Donald Trump, quien ha vinculado la victoria del nacionalista con una promesa que ha polarizado a la opinión pública: el posible indulto y retorno del expresidente Juan Orlando Hernández.
El Mensaje: “Tranquilidad para el Hogar”
Durante una masiva concentración en la capital, Asfura, conocido popularmente como “Papi a la Orden”, evitó la confrontación ideológica directa para centrarse en un discurso emocional dirigido al núcleo social.
”La familia hondureña está herida por la inseguridad y la falta de oportunidades. Mi compromiso no es con las ideologías, es con que papá y mamá tengan trabajo y que los hijos puedan caminar tranquilos. Vamos a recuperar la unidad de nuestra gran familia nacional”, declaró Asfura ante miles de simpatizantes.
El candidato enfatizó que la verdadera “unidad” solo se logrará cuando se elimine el miedo de los barrios y se reactiven los valores tradicionales de convivencia, una retórica que busca atraer tanto al voto conservador como a los indecisos cansados de la crisis económica.
El Factor Trump y la Sombra de JOH
La campaña dio un giro drástico horas antes del discurso, cuando se hizo pública la postura de Donald Trump respecto a las elecciones en Honduras. El líder republicano calificó a Asfura como “el único verdadero amigo de la libertad” en la región, contraponiéndolo a lo que denominó “fuerzas socialistas” que gobiernan actualmente.
Lo que ha encendido las alarmas en la oposición y en sectores de la sociedad civil es la sugerencia de Trump de que una administración de Asfura facilitaría una revisión de la situación legal del expresidente Juan Orlando Hernández. Trump insinuó que la “unidad” del Partido Nacional pasa por sanar las heridas del pasado, lo que ha sido interpretado por analistas como la puerta abierta a un indulto presidencial estadounidense si Asfura asume el poder y alinea totalmente a Honduras con los intereses de Washington.
Reacciones Encontradas
Las declaraciones han generado un terremoto político:
El Oficialismo (Libre): Ha calificado el apoyo de Trump como una “injerencia inaceptable” y advierte que el llamado a la unidad de Asfura es una “fachada para traer de vuelta la corrupción del pasado”.
La Oposición: Ve en Asfura una oportunidad pragmática para mejorar las relaciones con Estados Unidos, el principal socio comercial del país, y aseguran que la prioridad debe ser la economía familiar, no los juicios pasados.
A horas de que los hondureños se presentaron a las urnas, la estrategia de Asfura es clara: apostar por el cansancio social y el deseo de orden, prometiendo que bajo su mando —y con el aval del norte— las familias hondureñas podrán volver a estar unidas y seguras.
Análisis Clave de la Noticia
Para entender el trasfondo de esta nota, he desglosado los puntos estratégicos utilizados:
Apelación Emocional: El uso de “Unidad de la Familia” es una táctica clásica conservadora para desviar la atención de acusaciones de corrupción (narcopolítica) hacia temas de seguridad cotidiana y valores morales.
La “Bendición” Externa: En la política hondureña, el apoyo de EE. UU. suele ser decisivo. Trump polariza, pero moviliza al voto duro de derecha que teme al socialismo.
El Dilema del Votante: La noticia plantea la elección entre dos miedos: el miedo a la continuidad de la crisis económica actual vs. el miedo al retorno de las figuras vinculadas al narcotráfico (JOH).
