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Seguridad ciudadana: un desafío urgente y compartido

Seguridad ciudadana: un desafío urgente y compartido

Por: Eridel Reyes Rodríguez

La seguridad de los ciudadanos implica garantizar un entorno pacífico para el desarrollo de la vida social, donde se respete la integridad física, los derechos individuales y los bienes de las personas. También comprende asegurar el resarcimiento de las víctimas de delitos y la sanción proporcional para quienes los cometen.

Pero ¿cómo se manifiesta la falta de seguridad ciudadana? Cuando aumenta la sensación de inseguridad debido al incremento del crimen y la delincuencia, y cuando las autoridades muestran dificultades para prevenir o perseguir el delito. Esta situación no solo afecta la calidad de vida personal y familiar, sino que también amenaza la estabilidad democrática al sembrar temor en la población sobre la posibilidad de convertirse en víctima de la criminalidad.

Las políticas públicas de seguridad ciudadana se desarrollan a partir de cinco ejes estratégicos centrales:

  1. Prevención social y situacional
  2. Presencia, control policial y justicia
  3. Atención a víctimas y resocialización
  4. Cultura de la legalidad y convivencia
  5. Una ciudadanía activa y responsable

Los estudios indican que quienes ingresan al mundo delictivo suelen hacer una elección racional basada en un cálculo de costos y beneficios. Cuando los riesgos son bajos y las ganancias de la actividad ilegal son altas, el delito se vuelve más atractivo. Por eso, toda estrategia de seguridad ciudadana debe orientarse a aumentar los riesgos para los delincuentes y reducir la relación costo-beneficio de la actividad criminal.

En la República Dominicana, la seguridad ciudadana se ha convertido en una misión prioritaria para la Policía Nacional y el Poder Ejecutivo. En este contexto, y con la intención de aportar soluciones que mejoren la calidad de vida de todos los dominicanos, se presentan una serie de iniciativas que podrían fortalecer la tranquilidad social y devolver a la población el derecho de transitar en paz por las calles.

  1. Sistema de vigilancia integral comunitaria

Esta propuesta combina una línea de denuncias anónimas con una red de cámaras de vigilancia ubicadas en zonas de alta incidencia criminal. Su objetivo es integrar a la comunidad como parte activa en la lucha contra la delincuencia.

La primera línea de defensa es el propio ciudadano, especialmente cuando se siente corresponsable del orden y la seguridad de su barrio o sector.

Este sistema debe acompañarse de encuentros comunitarios y campañas de concientización para resaltar la importancia de la colaboración vecinal. A la vez, es imprescindible avanzar en reformas judiciales que otorguen certeza al ciudadano de que su denuncia tendrá resultados y que el delincuente recibirá una pena proporcional al delito cometido.

  1. Especialización y diversificación de unidades policiales

Este es un pilar fundamental para un plan efectivo de seguridad ciudadana. Se propone la creación de unidades especializadas que, en coordinación con la Procuraduría General de la República, den seguimiento permanente a los casos de violencia doméstica mediante herramientas tecnológicas y, cuando sea necesario, gestionen la reubicación de las víctimas para evitar desenlaces fatales.

Los casos deben clasificarse según el nivel de vulnerabilidad, las condiciones socioeconómicas y otros factores relevantes. A partir de esa clasificación se definirá un protocolo de actuación diferenciado y más eficaz.

Otras medidas que fortalecerían la seguridad ciudadana

  • Creación de un Centro de Control y Planificación, bajo la dirección del Ministerio de Interior y Policía.
  • Establecimiento de una Unidad de Analistas Delictivos, integrada por oficiales retirados con amplia experiencia y capacidad técnica.
  • Selección del Director de la Policía Nacional desde una regional categoría A, tomando en cuenta su desempeño previo con indicadores como:
    • Reducción de los índices delictivos
    • Disminución de los feminicidios
    • Uso adecuado del personal y los recursos bajo su mando

La seguridad ciudadana no es solo una responsabilidad del Estado, sino un compromiso colectivo que requiere coordinación, participación y voluntad política. Fortalecer las instituciones, garantizar la prevención, mejorar la respuesta policial y fomentar una ciudadanía activa son pasos esenciales para recuperar la confianza y construir un país donde las personas puedan vivir y transitar sin miedo. La seguridad es, en esencia, un derecho fundamental y una condición indispensable para el desarrollo social, económico y democrático de la República Dominicana.

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