By El Senado de Estados Unidos votó negativamente este miércoles por sexta ocasión consecutiva sobre las propuestas presentadas por los partidos Republicano y Demócrata para reabrir el Gobierno federal, que se encuentra en su segunda semana de cierre.
Ninguno de los proyectos logró alcanzar los 60 votos necesarios para su aprobación. La propuesta republicana fue rechazada con 54 votos a favor y 45 en contra, mientras que la de los demócratas obtuvo 47 votos favorables frente a 52 desfavorables. Los demócratas John Fetterman, de Pensilvania, y Catherine Cortez Masto, de Nevada, junto con el senador independiente de Maine, Angus King, respaldaron la iniciativa republicana. En contraste, Rand Paul, senador republicano de Kentucky, votó en contra.
Impacto del cierre gubernamental
La falta de acuerdo en el Senado ha mantenido el Gobierno cerrado, afectando el funcionamiento de agencias federales mientras cientos de empleados no pueden desempeñar sus labores. Con el paso del tiempo, más agencias enfrentan la falta de recursos para mantenerse operativas.
Los demócratas exigen la renovación de los subsidios del programa sanitario conocido como Obamacare, que están por expirar este año, y se oponen a los recortes en salud del presupuesto promovido por el presidente Donald Trump, denominado ‘Big Beautiful Bill’. Por su parte, los republicanos acusan a los demócratas de provocar el cierre gubernamental y critican su intención de facilitar atención médica a inmigrantes indocumentados.
Posiciones de Trump y líderes republicanos
El presidente Donald Trump ha expresado su disposición para dialogar con los demócratas en busca de un acuerdo sanitario que permita reabrir el Gobierno. No obstante, líderes republicanos insisten en negociar únicamente después de la reapertura gubernamental, lo que ha incrementado la tensión entre ambos partidos.
El cierre gubernamental ya ha tenido repercusiones visibles. Los aeropuertos internacionales de Nashville y O’Hare, en Chicago, han reportado demoras debido a la escasez de controladores aéreos y se anticipa el cierre de algunas torres de control.
La situación actual plantea un desafío significativo para el Gobierno de Estados Unidos, ya que la falta de consenso entre los partidos políticos continúa afectando a miles de ciudadanos y servicios esenciales.
