By Tegucigalpa, Honduras — En un ambiente de alta tensión política y bajo la atenta mirada de la comunidad internacional, Honduras ha abierto hoy, 30 de noviembre de 2025, las urnas para unas elecciones generales que se perfilan como las más polarizadas de su historia reciente. Más de seis millones de ciudadanos están convocados a ejercer su sufragio desde las 7:00 a.m., en un proceso que definirá si el país centroamericano mantiene el rumbo de izquierda trazado por el partido Libertad y Refundación (Libre) o si opta por retornar al tradicionalismo conservador que dominó la escena política durante décadas.
La contienda se centra principalmente en tres figuras clave que representan visiones de país diametralmente opuestas. Por el oficialismo, Rixi Moncada busca extender el proyecto de la actual mandataria Xiomara Castro, prometiendo profundizar las reformas sociales iniciadas en el último cuatrienio. Frente a ella se erige el bloque opositor fragmentado pero potente, liderado por el exalcalde de Tegucigalpa, Nasry “Tito” Asfura (Partido Nacional), quien ha recibido un espaldarazo significativo con el apoyo explícito del expresidente estadounidense Donald Trump, y el veterano presentador Salvador Nasralla, ahora abanderado del Partido Liberal, quien busca capitalizar el voto de castigo contra la administración actual.
El contexto en el que se desarrollan estos comicios es complejo. Honduras acude a las urnas sumida en un estado de excepción parcial que dura ya tres años, implementado para combatir la extorsión y la violencia de las pandillas, pero que ha generado críticas sobre el respeto a las garantías constitucionales. El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha hecho llamamientos reiterados a la calma y a evitar proclamaciones de victoria anticipadas, mientras que las Fuerzas Armadas han sido instruidas públicamente para garantizar la seguridad del material electoral sin interferir en la voluntad popular, en un intento por disipar los fantasmas de fraude que han empañado procesos anteriores.
El resultado de hoy no solo determinará al próximo ocupante del Palacio José Cecilio del Valle, sino que reconfigurará el mapa geopolítico de Centroamérica. Una victoria de Moncada consolidaría el bloque progresista en la región, mientras que el triunfo de Asfura o Nasralla marcaría un realineamiento hacia políticas de mercado más tradicionales y un acercamiento estratégico diferente hacia Washington. Con las mesas programadas para cerrar a las 5:00 p.m., el país contiene el aliento a la espera de los primeros resultados preliminares, consciente de que lo que está en juego es la estabilidad de una democracia aún frágil.
🔴 RADIOGRAFÍA ELECTORAL: Los tres caminos que se abren para Honduras
Más allá de las siglas, esta elección en Honduras es un choque de personalidades y modelos de Estado. A continuación, profundizamos en los perfiles y las propuestas de los tres protagonistas que se disputan la presidencia este 30 de noviembre.
1. Rixi Moncada (Libre): La “Dama de Hierro” del Oficialismo
El Perfil: Abogada y notaria con una larga trayectoria junto a la familia Zelaya. Fue Ministra de Finanzas y de Defensa en la administración saliente. Es vista como el núcleo duro ideológico del Partido Libertad y Refundación (Libre).
La Propuesta:
Modelo Económico: Propone la continuidad y profundización del “Socialismo Democrático”. Su eje central es fortalecer el papel del Estado en sectores estratégicos, especialmente en energía.
Justicia Tributaria: Ha prometido seguir adelante con la polémica Ley de Justicia Tributaria, buscando que “los que más ganan, paguen más”, una bandera que le ha granjeado enemigos en la empresa privada.
Política Exterior: Mantener la alineación con el bloque progresista latinoamericano y la relación con China, abierta durante el mandato de Castro.
El Análisis: Su mayor fortaleza es la base leal y movilizada de Libre. Su debilidad es el desgaste natural de la gestión actual y la crisis energética que no se logró solventar del todo.
2. Nasry “Tito” Asfura (Partido Nacional): El Pragmatismo Conservador
El Perfil: Conocido popularmente como “Papi a la Orden”. Exalcalde de Tegucigalpa y empresario de la construcción. Se caracteriza por su imagen de “hombre de acción” (siempre con botas de trabajo y jeans) y por evitar los debates ideológicos profundos.
La Propuesta:
Infraestructura y Empleo: Su plan de gobierno es esencialmente un plan de obras públicas masivo. Promete generar empleo rápido a través de la construcción y la inversión privada.
Seguridad: Un enfoque de “mano dura” pero más centrado en el orden local. Busca revitalizar a la policía militar.
Relación con EE.UU.: Ha capitalizado el reciente apoyo de figuras republicanas (incluyendo a Trump), presentándose como el garante de la estabilidad para la inversión extranjera y el freno al comunismo.
El Análisis: Cuenta con la maquinaria electoral más disciplinada del país (el Partido Nacional). Sin embargo, debe cargar con la sombra de los escándalos de corrupción de las administraciones pasadas de su partido.
3. Salvador Nasralla (Partido Liberal): El “Outsider” Institucionalizado
El Perfil: El “Señor de la Televisión”. Históricamente un outsider y crítico del sistema, en un giro sorpresivo, ahora corre bajo la bandera roja-blanco-rojo del tradicional Partido Liberal. Es impredecible y mediático.
La Propuesta:
Anticorrupción: Su discurso sigue centrado en limpiar el Estado y reducir la burocracia, a la que acusa de parasitaria.
Inversión: Promete un gobierno de “puertas abiertas” al capital internacional, eliminando trabas burocráticas para atraer maquilas y tecnología.
Salud y Educación: Propone digitalizar estos sistemas para evitar el robo de medicamentos y plazas fantasmas.
El Análisis: Su alianza con el Partido Liberal busca sumar su popularidad mediática con la estructura histórica de los liberales (que había quedado relegada a tercera fuerza). La duda es si logrará cohesionar a los votantes tradicionales con sus seguidores antisistema.
💡 El Dato Político vital para entender la importancia de la jornada electoral de hoy:
Esta elección no tiene segunda vuelta (balotaje). El ganador se lo lleva todo hoy, aunque sea por un margen mínimo. Esto hace que cada voto en los departamentos clave como Francisco Morazán y Cortés sea, literalmente, decisivo para el futuro de la nación.
