By La relación entre Estados Unidos y Venezuela ha experimentado un nuevo aumento de tensiones tras las declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump sobre el espacio aéreo venezolano. Trump, a través de su plataforma Truth Social, calificó el espacio aéreo sobre y alrededor de Venezuela como “cerrado”, lo que ha generado preocupación por una posible intervención militar en el país sudamericano.
Declaraciones de Trump y reacciones iniciales
En el mencionado mensaje, Trump advirtió explícitamente a aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas sobre el cierre del espacio aéreo. Hasta la publicación de esta declaración, el gobierno de Nicolás Maduro no había emitido una respuesta oficial y las estadísticas de tráfico aéreo mostraban vuelos continuando en la región durante la mañana.
Este pronunciamiento se da en medio de una creciente presión militar, evidenciada desde principios de mes por el desvío de rutas de diversas aerolíneas para evitar el espacio aéreo de Venezuela. Asimismo, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) emitió una alerta sobre “actividad militar intensificada” en el área. En paralelo, el gobierno de Caracas revocó los permisos de operación a seis aerolíneas comerciales, acusándolas de participar en “acciones de terrorismo estatal” promovidas por Washington.
Posibles incursiones y presencia militar
Además del tema aéreo, Trump, mientras se dirigía a las tropas estadounidenses desplegadas por el mundo durante el Día de Acción de Gracias, sugirió que las operaciones contra el narcotráfico venezolano podrían expandirse a incursiones terrestres en un futuro cercano. Según Trump, el 85 % del tráfico de drogas ha sido controlado a través de operaciones marítimas desde septiembre, y que las acciones terrestres podrían iniciarse pronto.
Desde el comienzo de estas misiones en septiembre, Estados Unidos ha declarado la destrucción de cerca de dos docenas de embarcaciones asociadas al narcotráfico en Venezuela, resultando en la muerte de al menos 82 personas. La presencia militar estadounidense en la región del Caribe ha incrementado notablemente, con la llegada reciente del portaaviones USS Gerald R. Ford y un despliegue actual de aproximadamente 15,000 efectivos.
Implicaciones diplomáticas y reacciones internas
En el contexto diplomático, Estados Unidos ha designado al llamado Cártel de los Soles, supuestamente dirigido por Maduro, como una organización terrorista. Maduro, por su parte, rechaza cualquier implicación con actividades de narcotráfico y acusa a Estados Unidos de provocar un conflicto militar en su contra.
Estas acciones han alimentado especulaciones sobre una posible intervención norteamericana. Aunque Trump ha expresado disposición para entablar diálogo con Maduro, también insinúa que el derrocamiento del líder venezolano podría ser inevitable. Esta posibilidad genera reacciones mixtas en Venezuela entre la oposición y sus seguidores.
Diversos sectores de la oposición, incluidos líderes como María Corina Machado, apoyan una intervención que podría acabar con el régimen actual. Sin embargo, analistas y diplomáticos advierten que una acción militar podría desembocar en un conflicto prolongado, enfrentando resistencias de milicias progubernamentales y otros grupos armados dentro del país.
Opinión pública y proyecciones futuras
Mientras tanto, la opinión pública estadounidense parece mayoritariamente en contra de una intervención, con un sondeo de CBS News/YouGov indicando que un 70 % se opone a ella. La misma encuesta señala que solo el 13 % percibe a Venezuela como una amenaza significativa para Estados Unidos.
La situación plantea interrogantes sobre la posibilidad y el costo de una eventual reconstrucción del país en caso de un cambio de régimen, un tema que genera reservas debido a la histórica postura de Trump contra las operaciones de reconstrucción nacional.
Finalmente, la presión internacional ha provocado un reforzamiento de las filas internas del chavismo y un aumento de la represión hacia la oposición. Algunos analistas sugieren que la estrategia de Washington podría estar enfocada en incentivar un golpe interno, aunque esta hipótesis es complicada por el círculo cercano a Maduro, conformado por asesores y servicios de inteligencia aliados.
