El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden secreta que autoriza al Pentágono a utilizar la fuerza militar contra los carteles del narcotráfico en América Latina. Esta decisión representa un cambio trascendental en la estrategia estadounidense hacia estos grupos, considerados ahora como organizaciones terroristas, y abre una nueva fase en el combate internacional contra las drogas.
Trump clasifica a carteles como terroristas y habilita operaciones militares
Según informes, la decisión constituye la medida más firme adoptada por la administración Trump contra los carteles desde que en enero se les asignó la clasificación de grupos terroristas. Con la nueva orden presidencial, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos adquieren respaldo legal para realizar operaciones militares unilaterales en países extranjeros orientadas a la neutralización de estas organizaciones.
Fuentes anónimas señalan que ya han comenzado fases de planificación operacional por parte del alto mando militar de EE. UU. A pesar del avance, el procedimiento legal y las repercusiones internacionales ocupan un lugar central en el análisis gubernamental, en especial por el riesgo de que las acciones sean consideradas como asesinatos en situaciones donde se afecte a civiles o a delincuentes fuera de escenarios de amenaza inminente, todo esto bajo operaciones no ratificadas por el Congreso estadounidense.
Implicaciones legales y operativas
- Marco legal: La orden proporciona facultades inéditas para las Fuerzas Armadas al actuar en el extranjero contra criminales catalogados como terroristas.
- Debates sobre uso de fuerza letal: Existen preocupaciones sobre el alcance y las consecuencias jurídicas en eventuales casos de bajas civiles.
Lucha contra el fentanilo y reacciones internacionales
La política de Trump responde también al interés de combatir el tráfico de fentanilo, un poderoso opioide sintético cuya producción, de acuerdo con el gobierno, depende de carteles mexicanos que utilizan precursores químicos provenientes de China. Esta sustancia ha sido señalada como catalizadora de una crisis grave de sobredosis en Estados Unidos.
Desde febrero, seis de los principales carteles mexicanos, como el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación, han sido incluidos oficialmente en la lista de entidades terroristas del gobierno estadounidense. Otras organizaciones como el Tren de Aragua y la pandilla salvadoreña Mara Salvatrucha (MS-13) también han sido añadidas, así como el Cartel de los Soles, relacionado con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro. En paralelo, el Departamento de Justicia de EE. UU. ha aumentado la recompensa por información sobre Maduro a 50 millones de dólares y ha intensificado los vuelos de drones sobre México para identificar laboratorios de fentanilo, aunque sujetos a restricciones de uso de fuerza letal.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha expresado disposición para colaborar en materia de seguridad con Estados Unidos, remarcando como prioridad el respeto irrestricto a la soberanía nacional.
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