By El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comunicó el lunes su intención de emitir un decreto que restringiría a los estados la facultad de regular la creciente industria de la inteligencia artificial, argumentando que dicha responsabilidad debe recaer en el gobierno federal.
Trump manifestó en su cuenta de Truth Social que “debe haber un único manual si queremos seguir liderando en inteligencia artificial” a nivel mundial. Sus esfuerzos por establecer un control federal sobre el desarrollo de la inteligencia artificial se están viendo confrontados por una considerable oposición política y legal dentro del panorama congresual.
Una de las motivaciones detrás de esta decisión es el deseo de Estados Unidos de mantener su liderazgo en inteligencia artificial, especialmente en el contexto de la competencia con China, así como el reconocimiento de la importancia de la inteligencia artificial como un significativo vector de inversión en el país. La Casa Blanca, no obstante, enfrenta escepticismo en el Congreso, con muchos demócratas y algunos republicanos expresando inquietudes sobre las posibles consecuencias económicas y sociales de esta tecnología.
Trump también advirtió que “estamos superando a TODOS LOS PAÍSES en este momento en la carrera, pero eso no durará mucho” si los estados continúan participando en el proceso regulatorio, subrayando que “LA IA SERÁ DESTRUIDA EN SU INFANCIA” sin una normativa federal uniforme.
La preocupación por el impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral ha aumentado, especialmente entre los jóvenes, quienes temen una reducción en las oportunidades de empleo. Según un borrador de la orden presidencial divulgado por el sitio web The Hill, Trump habría creado un grupo de trabajo en la Casa Blanca para impugnar legalmente las leyes estatales relacionadas con la inteligencia artificial.
Ante las diferentes normativas en algunos estados, también se considera la opción de restringir el acceso a fondos federales destinados a la expansión del internet de banda ancha en esos territorios. Esta propuesta cuenta con el respaldo de David Sacks, asesor de Trump en temas de inteligencia artificial y criptomonedas, así como de destacados líderes del sector, como Sam Altman, CEO de OpenAI, y Jensen Huang, presidente de Nvidia.
Huang expresó ante periodistas durante una reciente audiencia en el Congreso que “la regulación estatal de la inteligencia artificial detendría esta industria y crearía un problema de seguridad nacional”, enfatizando la necesidad de que Estados Unidos avance rápidamente en la tecnología de inteligencia artificial.
Por último, se ha señalado que actualmente existen más de 1.000 proyectos de ley relacionados con la inteligencia artificial en los Congresos estatales, algo que preocupa a los líderes de la industria.
