El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado sus críticas hacia los programas de comedia nocturnos y las cadenas de televisión, amenazando nuevamente con revocar sus licencias de transmisión. A través de un mensaje en su plataforma Truth Social, el mandatario expresó su desacuerdo con el programa del comediante Stephen Colbert, transmitido por CBS.
Trump instó a CBS a cancelar de inmediato el programa de Colbert, al que calificó de “desastre patético”. Utilizó además un lenguaje altamente crítico, incluyendo el término “put to sleep”, que suele asociarse con el sacrificio de animales. Este mensaje fue publicado la noche del pasado martes.
CBS había informado previamente que el programa presentado por Colbert concluiría en mayo. Trump también arremetió contra el contenido de los noticieros y programas nocturnos en general, sugiriendo que sus informaciones negativas sobre él, sobre el movimiento “Hagamos a Estados Unidos grande otra vez” (MAGA) y el Partido Republicano, justificarían la revocación de sus licencias de transmisión. En uno de sus mensajes, dijo: “¿no deberían revocarse sus valiosas licencias de transmisión? Yo digo que sí”.
La decisión de finalizar el programa de Colbert generó denuncias de censura por parte de opositores a Trump. Cabe recordar que el presidente había logrado que Paramount, la empresa matriz de CBS, acordara pagar 16 millones de dólares para resolver una demanda que alegaba que una edición del programa “60 Minutes” había favorecido a su competidora demócrata, Kamala Harris.
Recientemente, Bari Weiss, la nueva editora jefe de CBS, canceló un reportaje sobre una controvertida megacárcel en El Salvador, a la que Trump ha enviado migrantes indocumentados. Por su parte, la cadena ABC suspendió temporalmente a Jimmy Kimmel, estrella de su programa nocturno de entrevistas, aunque posteriormente fue reincorporado y su contrato se extendió hasta mediados de 2027.
Trump busca modificar el panorama mediático estadounidense, que él considera sesgado en contra de las posiciones conservadoras. Ha designado a Brendan Carr, un aliado, como presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), organismo regulador de las telecomunicaciones en el país.
En una reciente audiencia en el Congreso, Carr generó controversia al declarar que “la FCC no es formalmente una agencia independiente”, sugiriendo que sus decisiones podrían alinearse con las prioridades políticas de la Casa Blanca.

