By En una reciente entrevista para el programa Comunidad PolítiK, la politóloga y vicepresidenta del partido Frente Amplio, Heidy Adón, abordó en profundidad los retos, experiencias y propuestas vinculadas a la participación femenina en la política dominicana. Moderado por la periodista Katherine Rossis, el diálogo planteó una radiografía de género sobre el poder y la representación en el país.
Desafíos personales y estructurales
Adón calificó la decisión de involucrarse en la vida política y partidaria como un “desafío”, especialmente al combinar la política con las presiones sociales que tradicionalmente recaen sobre las mujeres: “La gran mayoría de los hogares dominicanos están sustentados por mujeres, y eso implica una doble responsabilidad para quien decide incursionar en política”. Destacó dos principales retos: la carga individual al decidir participar y la poca presencia de mujeres y jóvenes en espacios reales de toma de decisiones dentro de los partidos políticos, considerándolo una barrera estructural más allá de la decisión individual.
Referentes y motivaciones
La vicepresidenta del Frente Amplio identificó como inspiración a su padre, de quien heredó el compromiso con las luchas sociales y la búsqueda del bien común. Sin embargo, su tránsito político tuvo impulso propio al presidir organizaciones estudiantiles y juveniles como el Frente Estudiantil Flavio Suero (FEFLAS), hecho que la convenció para consagrarse de lleno a la carrera política.
Machismo, visibilidad y estereotipos
Según el análisis de Adón, la cultura machista se expresa en los partidos y la sociedad, relegando a la mujer a roles organizativos y dificultando su acceso a posiciones de liderazgo. “Hay un estereotipo de que si sobresales es por algún vínculo familiar o relacional, no por capacidad propia”. Asimismo, lamentó que, a pesar de que las mujeres representan más del 50% de egresados universitarios, su presencia en altas posiciones de autoridad sea escasa. Para revertir esta inequidad, propuso cambios urgentes en el sistema de financiamiento partidario, creando fondos destinados a mujeres y jóvenes para sus candidaturas, y resaltó los esfuerzos formativos impulsados por la Junta Central Electoral para fortalecer las capacidades femeninas.
Cifras y representación
Adón evidenció que, de los 32 partidos en la República Dominicana, solo dos están presididos actualmente por mujeres, lo que consideró “una minoría significativa pero insuficiente”. Hizo referencia a figuras como Virtudes Álvarez y María Teresa Cabrera como ejemplos de liderazgo que han abierto camino.
Cuestión estructural y acceso al poder
Frente a argumentos que atribuyen la baja presencia femenina en altos cargos a una “elección personal”, Adón fue enfática: “No es cuestión de elegir, es una estructura que limita a las mujeres, con factores económicos, culturales y sociales”. Relató experiencias personales donde, al aspirar a puestos directivos, recibía sugerencias de permanecer en áreas tradicionalmente asociadas a mujeres, como la Secretaría de la Mujer, o enfrentaba cuestionamientos y comentarios sobre su apariencia, trato que no suelen recibir los hombres.
Cambios necesarios y propuestas
Para Adón, la mejora no depende solo de cuotas de género, sino del acceso real y efectivo. Propuso transformar el financiamiento político para que mujeres y jóvenes tengan igualdad de condiciones, y fortalecer los mecanismos de control y formación dentro de los partidos. Destacó además la necesidad de educación política, ciudadanía y transparencia en el uso de los fondos asignados a los partidos.
¿República Dominicana lista para una mujer presidenta?
Consultada sobre si el país está preparado para una presidenta, Adón fue optimista sobre la capacidad de las mujeres, pero insistió en la necesaria transformación social que acepte y reconozca dicho liderazgo: “Mujeres capacitadas hay; lo que falta es que la sociedad lo asuma”.
La entrevista concluyó con un llamado de Adón a las jóvenes: “El miedo es bueno, pero en política hay que enfrentarlo y avanzar”. Enfatizó que la transformación del sistema político y la verdadera igualdad de género requieren acciones concretas, recursos adecuados y un cambio cultural que reconozca la diversidad y capacidades de las mujeres dominicanas.
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